Descubrimos un caserío particular formado por un pequeño
conjunto urbano, cubierto de frondosa vegetación con arroyos y cascadas
surgiendo por todas partes, con grutas manantiales, escaleras, terrazas,
paseos, balaustradas de piedra, rellanos, etc., que le confieren un aire
misterioso y atrayente, en definitiva un sitio curioso y pintoresco, emplazado
en un paraje de gran belleza paisajística, visible a pie de carretera, de cuyas
peñas horadadas de piedra blanca cuelgan los hilos finísimos de la cascadas,
sonando con marcada delicadeza.